DOMINGO III de CUARESMA
“Ayudando a dar frutos”
- Aquel que se encuentra a Dios se transforma, cambia su corazón, cambia todo su ser.
- El señor escoge a personas como Moisés para liberar a su pueblo y escoge a Jesús para liberarnos de nuestra esclavitud de nuestro propio egoísmo.
- La paciencia de Dios y de Jesús es enorme, no se compara con la nuestra, espera más para que volvamos a dar fruto en nuestra tenacidad, esfuerzo, entrega a los demás.
- Este tiempo de cuaresma es para que nuestra conversión sea verdadera.
PRIMERA LECTURA (Éxodo 17, 3-7)
Monición: En esta Lectura que vamos a escuchar se explica cómo el agua que Dios da quita la sed y también la sequía del corazón.Lectura del Libro del Éxodo:
En aquellos días, el pueblo, torturado por la sed, murmuró contra Moisés:
- ¿Nos has hecho salir de Egipto para hacernos morir de sed a nosotros, a nuestros hijosy a nuestros ganados?
Clamó Moisés al Señor y dijo:
- ¿Qué puedo hacer con este pueblo? Poco falta para que me apedreen.
Respondió el Señor a Moisés:
- Preséntate al pueblo llevando contigo algunos de los ancianos de Israel; lleva también en tu mano el cayado con que golpeaste el río y vete, que allí estaré yo ante ti, sobre la peña, en Horeb; golpearás la peña y saldrá de ella agua para que beba el pueblo.
Así lo hizo Moisés, a la vista de los ancianos de Israel.
Palabra de Dios.
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