domingo, 7 de abril de 2013

DOMINGO 7 DE ABRIL


DOMINGO II DEPASCUA

Tomás: “Si no veo, no creo”

Nos ha llegado el hecho de la resurrección de Jesús a través del testimonio.
. Somos testigos de la Resurrección. Eres testigo de que Jesús vive.
. No porque hayamos “visto” físicamente a Jesús.
. Sino porque “creemos” a quienes convivieron con el Señor resucitado y así nos lo han transmitido. Además, lo “experimentamos” en nuestro interior.
. “Sabemos” que el Señor está presente en su Iglesia y en nuestra vida.
. Seamos testigos “alegres” del Señor resucitado. La alegría contagia.






Amigos: El domingo pasado resonaba en esta Iglesia el “pregón pascual” anunciando que “el Señor resucitó”. Durante esta semana pasada hemos vivido esta gran alegría. Los signos que hoy nos acompañan nos hablan de vida y de una vida para siempre. Por eso somos gente con ilusión y esperanza, gente que
creemos que Jesús acompaña nuestra vida.


PRIMERA LECTURA (Hechos de los Apóstoles 5, 12-16)

Lectura de los Hechos de los Apóstoles:
Los apóstoles hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo.
Los fieles se reunían de común acuerdo en el pórtico de Salomón; los demás no se
atrevían a juntárseles, aunque la gente se hacía lenguas de ellos; más aún, crecía el número de
los creyentes, hombres y mujeres, que se adherían al Señor.
La gente sacaba a los enfermos a la calle, y los ponía en camillas, para que al pasar
Pedro, su sombra por lo menos cayera sobre alguno.
Mucha gente de los alrededores acudía a Jerusalén llevando enfermos y poseídos de
espíritu inmundo, y todos se curaban.
Palabra de Dios.


EVANGELIO (Juan 20, 19-31). Tomás: “si no veo, no creo”.

NARRADOR: Lectura del santo evangelio según San Juan. Al anochecer de aquel día, el
primero de la semana, estaban los discípulos en una casa con las puertas cerradas, por miedo a
los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
JESÚS: Paz a vosotros.
NARRADOR: Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de
alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
JESÚS: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
NARRADOR: Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
JESÚS: Recibid el Espíritu santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados;
a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.
NARRADOR: Tomás, uno de los doce, llamado “el Mellizo”, no estaba con ellos cuando vino
Jesús. Y los otros discípulos le decían:
DISCÍPULO: Hemos visto al Señor.
NARRADOR: Pero él les contestó.
TOMÁS: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los
clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.
NARRADOR: A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó
Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
JESÚS: Paz a vosotros.
NARRADOR: Luego dijo a Tomás.
JESÚS: Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas
incrédulo, sino creyente.
NARRADOR: Contestó Tomás.
TOMÁS: ¡Señor mío y Dios mío!
NARRADOR: Jesús le dijo:

JESÚS: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.
NARRADOR: Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de
los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para
que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
Palabra del Señor.






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